Peter escribió un pequeño relato de lo que ha sido su vida hasta ahora para el sitio The
Players Tribune, es ponerte en lo zapatos de una niña de instituto que ha sufrido bullying por su parálisis facial y como pudo darle vuelta hasta el punto de ganar todo lo que una Futbolista puede ganar. A continuación, la traducción de ese escrito.
“La manera en que lo recuerdo, los susurros inician tan pronto entro al salón o cada vez que conocía a alguien nuevo, en la escuela o donde sea la reacción es la misma. La gente trataba de no mirarme, no hablar muy fuerte pero sabia que estaban diciendo.
-Oye, que le pasa a ella, que tiene?
-No lo se, algo está mal en ella.
Hoy en día solo notas mi condición cuando sonrío.
La mayoría del tiempo no es Bullying era mas bien, atención negativa, pero cuando eres una niña de 11 años tratando de encajar en la escuela es una sensación muy incómoda.
Cuando tenia 5 años algunos músculos en la parte izquierda de mi cara se paralizaron, lo llaman parálisis de los nervios faciales, cuando llegué a mi adolescencia con mi familia hicimos todo lo que pudimos para arreglarlo. Por ejemplo, por un tiempo mis padres me llevaban a Inglaterra cada 4 meses y se quedaban junto a mi por una semana todo para ver un Doctor que tenía una especie de tratamiento especial, cuando eso no funciono, fuimos a visitar un Especialista en Colonia, en ese momento tenia 13 años y afortunadamente sus cirugías funcionaron y hoy en día solo notas mi condición cuando sonrío, antes lo podías notar todo el tiempo.
Lo triste es que nadie me preguntaba al respecto, la gente en la escuela simplemente asumían que algo horrible me había sucedido, ahí comenzaban los susurros y luego alguien venia y me decía: “oye, alguien está diciendo esto de ti”
En retrospectiva, fui afortunada en tener buenos amigos y familia que me apoyaron, pero a esa edad ese tipo de cosas realmente te afecta.
Cuando me diagnosticaron era una chica ruda y luchadora, sonrío cuando lo digo porque hay gente que me conoce ahora que nunca lo creería. En la escuela me la pasaba con algunos grupos “interesantes” de gente, sobre todo niños, jugábamos con fuego, teníamos peleas, un día un chico dijo algo sobre un amigo que no me gustó, entramos en una riña y terminó en que le partí el brazo, llamaron a mis padres a la oficina del director, no estaban muy felices.
Al cumplir 12 años me cansé de toda esa atención que tenía por mi parálisis facial, no se si fue consciente o inconsciente pero dejé de salir con los niños con quienes me metía en problemas y me cerré, pensaba: “Tal vez si me quedo más quieta, la gente no me va notar”. Cualquier cosa que oía de los susurros a mis espaldas, me imaginaba como sería mi vida sin tener esta condición, pensaba :”Si tan solo pudiera cambiar una cosa” … Claro, no puedes cambiar cualquier cosa que no te gusta de la vida, ahora tengo 31 años y aun tengo mi parálisis pero desde esos días en la escuela he aprendido muchas cosas, también he jugado mucho futbol y ganado muchos títulos, recientemente me di cuenta que tengo la responsabilidad de decirle a las chicas jóvenes lo que es posible lograr a través del deporte, sin importar los problemas que estés atravesando.
Ahora que el mundo está sufriendo el Coronavirus también siento que es importante resaltar la importancia de ayudar a los demás en cualquier forma que puedas hacerlo.
En estos momentos mis compañeras y yo estamos en cuarentena jugamos para el CD Tacon que hace parte del Real Madrid y todos en el club y la ciudad están en sus casas, sé que el mundo parece peligroso y lleno de dudas, especialmente en España donde la situación es muy difícil pero la única forma de vencer esto es trabajando juntos. Lo primero que debe hacer la gente es quedarse en casa pero por mi lado, también siento que puedo ayudar a otros contando mi historia y si eso motiva al menos a una o dos niñas a dejar sus zonas de confort y confrontar sus miedos entonces compartirla habrá valido la pena.
Ese era el punto, yo era muy buena!
Así que volvamos en el tiempo, vamos a Alemania del Este a principios de los 90’s allí es donde todo empezó, mis padres y mi hermana nos metíamos en una caravana 4 semanas durante el verano, mis tíos traían a sus familias, así que éramos casi 30 personas, cuando acampábamos en algún lugar teníamos 2 pares de zapatos y nos poníamos a jugar fútbol, era muy divertido para todos menos para mi porque era la única persona que lo tomaba en serio, me ponía furiosa si perdía, no hablaba en todo el día, todos lo veían muy gracioso, yo tenía 7 años.
A los 11 años me uní a mi primer equipo en mi ciudad natal Oschatz, era una de las dos chicas que había, los chicos de los otros equipos decían: “miren, tienen 2 chicas!” luego empezaba el partido y decían: “Oh rayos!, son buenas” y ese era el punto, yo era muy buena!
Antes de eso hacia gimnasia y jugaba balón mano pero comprendí que el fútbol era mi deporte, a esas edad creo que me salvó, en el campo no importaba como te veías, si eras tímida o si tenías algún tipo e condición lo único que importaba era: Puedes jugar o no? Y sentía que el juego estaba en mis venas, fui capitana del equipo, mis entrenadores me alababan, mis compañeros de equipo me respetaban cada vez que jugaba me sentía cómoda, no como en la escuela, no tenia que pensar en nada, podía ser yo misma.
En ese punto no podía parar de entrenar, me despertaba a las 6am, tomaba café, buscaba mis auriculares y salía al bosque a correr, me encantaban los amaneceres, el viento entre los árboles, incluso los dolores en mis pies, me encantaba la soledad, cuando tenia un problema es casa o en la escuela los bosques eran mi lugar de paz.
Pronto todo el entrenamiento dio sus frutos, cuando tenia 15 años me llamaron de la selección juvenil alemana y pude ingresar a una un internado para futbolistas en Leipzig, a una hora en auto de Oschatz, dejar casa era aterrador especialmente para una chica con mi condición pero estaba en camino a convertirme en futbolista y cuando tengo una meta en mi cabeza, debo conseguirla, soy de ese estilo y sabia que si no daba ese paso, no podría cumplir mi sueño.
El primer mes fue duro, entrenábamos 3 veces a la semana, yo era la única mujer y los chicos eran más fuertes y mejores técnicamente, me sentía muy sola, pero mirando en retrospectiva pienso que mi mentalidad me salvó, no sobrevives a toda esa atención negativa que tuve en la escuela sin una mentalidad fuerte y yo la tenía, no llegas a ningún lado en la vida si te haces la víctima, yo no lo era, solo seguía trabajando y pronto me di cuenta que esa escuela era justo lo que necesitaba porque me esforzaba para competir, me obligaba a salir de mi zona de confort, también conseguí amigos de otros deportes y otros países, al inicio anhelaba que llegara el viernes para ir a mi casa el fin de semana, luego mis padres estaban descubriendo que ya no tenía ganas de volver a casa y ellos estaban felices por eso, significaba que me estaba divirtiendo.
2 años después, mientras aún estaba en la escuela estaba jugando un partido para el Lokomotive Leipzig de segunda división alguien de otro club me vió, me preguntó si quería fichar por el club y obviamente dije que si, ese otro club era el Turbine Potsdam, uno de los mejores clubes de Alemania.
En mi cabeza no estaba ni siquiera cerca de jugar a ese alto nivel, tenia 17 años, pero el club no estaba de acuerdo con eso porque me ficharon en la mitad de la temporada 05/06, de repente era parte de un equipo que competía por el titulo de Liga y la copa alemana, todo sucedió muy rápido, como pa-pa-pa, tuve que cambiar de escuela, de casa, de amigos, mi cerebro no podía procesar todo lo que estaba pasando. Esa temporada recuerdo que estábamos jugando contra el Frankfurt, que es algo como el clásico en España, es un partido muy importante y ganamos 6-2, en el bus de vuelta todas las chicas estaban celebrando menos yo, que tenia mi cabeza metida en un libro estudiando para un examen de matemáticas.
En algún punto nuestro mítico entrenador Bernd Schröder se acerco y me dijo: oye, no tienes idea de lo que está pasando aquí, verdad?
Le dije: no, no en realidad
Me respondió: créeme, en unos años te darás cuenta
Le dije: ok
Tenía razón, claro, me di cuenta muchos años después. Antes de eso fui seleccionada para representar a Alemania en el Mundial de China en 2007, tenia 19 años, no jugué un solo partido pero la experiencia es increíble, estaba en el mismo equipo que Renate Lingor y Birgit Prinz, pasamos 5 semanas espectaculares en China y después, Campeonas Mundiales! Wow!
Nunca olvidaré lo que sucedió tras la final, estábamos celebrando en los vestidores tomé el trofeo, las medallas y manejé hasta el hotel para la ‘cena oficial’ o algo así, teníamos una gran fiesa en el -hotel, era un club en la cima del edificio y todos estaban allí, el equipo, patrocinadores, directivos de la federación Alemana, periodistas, había un DJ, los tragos iban y venían, las bolas de disco giraban, estaba en la pista de baile con mis compañeras de equipo y una portera Ursula Holl dijo: “Oigan chicas, esto es injusto….” La musica estaba algo fuerte asi que éramos como: “Que?, que es injusto?
Ursula dijo: Creo que todas deberíamos tener un trofeo
Normalmente el equipo gana un gran trofeo y cada jugador una medalla, darle un gran trofeo a cada jugadora es un poco irreal, pero justo antes de que Ursula terminara la frase un tipo que estaba bailando cerca a nosotros se giro y dijo: “Nosotros podemos hacerlo”
Quedamos como: “Que dijiste?”
El nos dijo: “Nosotros podemos darle un trofeo a cada una, no hay problema.”
Nos dimos cuenta de que él era el jefe de la empresa que hace el trofeo, así que prometió darnos una réplica a nuestras casas en 2 semanas, al irse de la fiesta pensamos: “OK está bromeando” o pensamos que estaba ebrio.
Dos semanas después el cartero estaba en mi puerta: “Wow, es bien pesado” dijo, “que hay dentro? 800 pares de zapatos?”. Era un chiste terrible pero lo dejé pasar, estaba muy feliz porque dentro venia la replica del trofeo de la Copa Mundial, es irreal, es el único trofeo que llevo conmigo a todos lados.
Nunca había llorado tras ganar algún titulo, esa noche lo hice
Tras eso el fútbol me siguió llevando a lugares que nunca imaginé, en 2009 ganamos la Euro en Finlandia y jugué el mejor torneo de mi carrera, un año después el Turbine Potsdam jugaba la final de la reciente Champions League femenina, una que, por cierto, parece estamos destinados a perder.
Nos enfrentamos al Lyon, fue 0-0 después del tiempo extra, así que era tiempo de lanzamiento desde el punto penal, después del 4to o 5to cobro, íbamos abajo 3-2, el Lyon tenia 2 lanzamientos y con anotar uno solo eran campeonas, si tu has jugado un poco de futbol sabes que eso, es estar acabado.
Pensaba: “Bueno, ya está, terminemos esto y vamos a casa”
Pero el Lyon falló su primer disparo y nosotras anotamos el nuestro, estábamos 3-3
Así que pensé: “Oye, tal vez tenemos una oportunidad”
Y luego el Lyon falló su segundo disparo.
Yo… yo no lo podía creer.
De alguna forma ganamos, nunca había llorado tras ganar algún titulo, esa noche lo hice, era la experiencia más loca de mi carrera, la victoria, la montaña rusa de sensaciones… es indescriptible. La unidad que teníamos en ese equipo era realmente algo especial. La fiesta fue muy alocada, el club nos dijo, traigan a sus familias también, mi papá, mi tío y mi hermana estaban ahí, aún hoy hablamos de esa noche.
Solo la medalla de Oro en el mundial de Rio en 2016 se equipara a ese titulo para mi porque al llegar a Rio había estado lesionada y llevaba un año tratando de volver equipo, también los Olímpicos son diferentes a cualquier torneo de club o cualquier Mundial, no solo representas a tu país y no solo haces parte de tu equipo, eres del mismo equipo que los corredores, los nadadores y los demás deportistas de tu país y formas parte de una gran camaradería en la villa olímpica que es muy especial, esa medalla de Oro es uno de mis trofeos más preciados junto con la Copa del Mundo claro.
Recibí una oferta de fichar por el Tacon que será oficialmente el Real Madrid la próxima temporada, la decisión fue fácil
Cuando experimentas estas cosas es un peligro que quedes satisfecha con lo que has hecho, porque te vuelves complaciente y ahí es donde necesitas un nuevo reto, así que cuando recibí una oferta el otoño pasado de fichar por el Tacon que será oficialmente el Real Madrid la próxima temporada, la decisión fue fácil, me encanta esta oportunidad de jugar en otro país y formar parte del ensamblaje de un equipo nuevo. Se que esta nueva aventura tendrá retos, pero por suerte, no los afrontaré sola.
Estoy viviendo en Madrid con Ella Masar, mi novia. Se acaba de retirar de su propia carrera de futbolista, nos conocimos hace unos años jugando para el Wolfsburg, nuestro inicio no fue sencillo porque yo acababa de salir de una relación y ella también estaba tratando de resolver algunas cosas en una situación difícil. Tuvimos muchas coas en las que trabajar, pero ahora afortunadamente estamos felices, juntas, y todo ha dado frutos.
También, estamos a puertas de ser una familia!
Si, eso es…. Estamos esperando un bebe!!!
Debe llegar al mundo en Agosto, estamos muy emocionadas!, siempre supimos que queríamos una familia así que decidimos ir por ella, hace cinco semanas tuvimos la oportunidad de escuchar los latidos del corazón por primera vez, esa es la última vez que he llorado, es una sensación completamente nueva para mí. Soy Alemana, así que soy poco emocional, me preparo para todo pero este último tiempo ha sido sobrecogedor, tengo ganas de salir corriendo al balcón y gritar: “VAMOS A SER UNA FAMILIA!” Es felicidad pura.
Estoy segura que Ella va ser una buena madre, ama lo niños y tiene el corazón más grande que he visto, cuando me estaba mudando a Madrid condujo el coche desde Alemania, un viaje de 20 hrs, vino con su mamá y 3 perros. Cada día siento que nos ayudamos mutuamente a mejorar y crecer, hice que Ella sea mas calmada y ella hizo que abriera mi mente. No soy particularmente social o hablar de mi vida social, pero Ella me ha enseñado que cuando te comunicas con la gente o intentas ayudarla de cualquier manera, enriqueces tu vida.
Para ponerlo de alguna manera, si tú le das algo a la gente, recibes mucho a cambio.
Esta es la razón por la que quise contar mi historia, para animar a otros que tal vez estén en una situación similar a la que viví, si eres una chica con problemas en la escuela o estas en una relación con alguien de tu mismo sexo y tienes mido de hacerla pública, se valiente, sal de tu zona de confort. Si tu corazón te está diciendo que hagas algo, hazlo. Hay tanto afuera para vivir y metas por conquistar, si estas considerando jugar fútbol solo recuerda que no solo es un deporte, es la vida, te enseña sobre los momentos altos y bajos, sobre el trabajo duro y las relaciones humanas, cuando tienes dudas te enseña que está bien y qué está mal, cuando estás solo te da amigos.
Estoy segura de que le debo al fútbol estar donde estoy ahora, juego para el Real Madrid, vivo en una hermosa ciudad con la mujer que amo y pronto seremos una familia.
Pudo la vida ser diferente? Tal vez, pero eso realmente no importa
No cambiaría nada.